03 Sep Mitos sobre la terapia
Cuando llega alguna persona nueva a mi entorno, o alguien ya conocido pero con espíritu curioso, me preguntan por mi trabajo.
Y me doy cuenta que la mayoría de veces, sus dudas comparten estos mitos o creencias erróneas.
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Y la gente que hace terapia contigo, ¿Qué le pasa?
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Es verdad a todos nos iría bien alguien que nos diga lo que hacer y nos dé buenos consejos.
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Pero cobráis mucho solo por escuchar, ¿no?
Respondiendo a la primera, les digo «pues cosas como nos pueden pasar a ti y a mi», insatisfacción en el trabajo, dificultades en las relaciones, dudas en su propósito o proyecto vital, que según la historia de vida que hayan tenido sus recursos para afrontarlo son más o menos adaptativos.
Y luego continuando por la segunda y que también enlaza con la tercera. Creo que hay tres cosas que influyen aquí.
Lo tabú que sigue siendo ir a terapia, cosa que hace que no se hable demasiado y no sepamos detectar lo que sí y lo que no, y se sigan alimentando mitos como los que te contaba más arriba.
Y luego las malas praxis de algunos profesionales que nos dejan en mal lugar a otros. Ya hemos comentado a veces que hay psicólogos que trabajan desde un discurso culpabilizador «tu te generas tu malestar» «sonríe ante tus desgracias» «no te esfuerzas lo suficiente para ser feliz», psicólogos que han olvidado toda la ética y la humanidad del trabajo con personas.
Aunque sea algo banal, siempre comparamos la psicología con otros servicios, y es que quizá alguna vez te ha pasado ir a una peluquería y que el tinte o el corte no te guste y no volverás a ir, pero buscarás otra que te genere más confianza o que el resultado se parezca más a lo que buscabas…pero lamentablemente, con la terapia no ocurre lo mismo. Las personas que han tenido malas experiencias en terapia, no suelen volver o les cuesta muchos años volver a dar el paso de iniciar otro proceso.
Además de la imagen social del psicólogo a través de los medios de comunicación, las películas o los libros. Nos suelen describir a los psicólogos como personas frías, que se sientan en su sillón y toman notas mientras escuchan y dicen «ahá, ahá»
La función del psicólogo es ofrecerte otro punto de vista, leí el otro día, que es como el conductor que aparca un coche y el copiloto que sale fuera a darle indicaciones, desde fuera se ve todo con más perspectiva.
Por ejemplo, y sé que esto es algo que frustra, pero es así.
Imagina que estás pensando en cambiar de trabajo, y vas al psicólogo para que te ayude a tomar una decisión (esta demanda sería más propia del coaching que de la terapia), aún así, te cuento lo que imagino que crees y lo que es probable que pase durante la sesión.
Lo que te imaginas que será la toma de decisión:
«Uf, no te cambies de trabajo, tal como están ahora las cosas, da gracias y aguanta»
«Deberías cambiar, es que has sido una persona demasiado conformista siempre y eso no está bien, tienes que ser más ambiciosa».
Lo que es más probable que ocurra en terapia:
«Vale, me ha parecido escuchar que ¿estás pensando en cambiar de trabajo? Entiendo que estás buscando un cambio y han aparecido algunas barreras…Cuando me lo cuentas, me parece parece que hay una parte que tiene ganas de dar el paso «porqué me dices que has realizado ya una entrevista» y otra que tiene miedo porqué al hablar con tu madre te hizo pensar en la idea y te preocupaste de que quizá no saliera bien«.
Si has tenido alguna mala experiencia en terapia, lamento que tuvieras que pasar por eso.
Si alguna vez necesitas de nuevo hacer el camino acompañada, aquí estamos.