Marta Segrelles Psicóloga

Nos necesitamos

Últimamente en terapia, veo a personas preocupadas por su necesidad de afecto. Preocupadas porqué «deberían ser más independientes y no necesitar tanto» creen que algo está mal en ellas por necesitar cariño, contacto, amor, cercanía…Han oído hablar del apego ansioso y claro, no quieren tener un estilo inseguro y relacionarse desde ahí, lo entiendo, quieren construir relaciones seguras en su vida adulta.

Me refiero a: Oye Marta, el fin de semana fui a casa de mis padres, y me apetecía que mi madre me abrazase, hablar con ella en el sofá y compartir la merienda juntas, pero ¿es eso normal? ¿a mi edad ya no debería de necesitarla tanto, no?

Y ocurre que a veces, mientras una lo dice en voz alta, escucha como suena y se me queda mirando y en ese ¿no? le sale una risa por la comisura, y yo bromeo y le digo: Claro, porqué a partir de los 20, 30, 40…los que sean en ese momento, se te apaga el botón de la necesidad.

Y le explico, ¿sabías que cuando Bowlby estudió el apego se dio cuenta que aunque los niños tuvieran cuidados relacionados con el sueño, la temperatura, la comida…si no tenían cariño, no sobrevivían?

¿En qué momento ha ocurrido que necesitar el cariño ha sido considerado algo malo, disfuncional…?

Y te entiendo, yo también creía esto.

Hace unos años operaron a mi padre, mientras mi padre estaba recuperándose de la intervención, yo tuve unos días de permiso y pasé más tiempo con mi madre, porque yo ya vivía fuera de casa.

Cuando íbamos en el metro de camino al hospital, a veces ella me daba la mano y yo también se la cogía, aunque dentro de mí pensaba «madre mía, ni que tuviera yo 5 años».

Fíjate, yo tampoco estoy exenta de estas creencias, y luego lo llevaba a mi terapia personal, y me decía mi terapeuta:

¿Marta no crees, que estáis atravesando un momento de estrés por la operación, y esa demostración de afecto os mantiene más unidas para afrontarlo?

¿Marta no crees que ese apretón, tu lo necesitas también?

Es como que ahora nos da tanto miedo tener un apego ansioso o dependencia emocional, que hemos empezado a tener miedo de sentir, de necesitar al otro…

Y fíjate, la pandemia, ha sido un claro ejemplo, de lo esencial que es para nosotros estar en contacto, no nos podíamos ver, ni tocar, pero compartíamos un juego online, o hacíamos una videollamada o nos pasábamos recursos para estar más entretenidos…necesitábamos estar en contacto.

La dependencia emocional se da cuando hay una relación vertical, hay uno que cuida y el otro que es cuidado, también cuando uno se anula y se somete por tal de recibir amor. En ese caso, el ejemplo es con mi madre, y en nuestra relación es más probable que ella me cuide a mi, de madre a hija, pero en ese caso, hablamos de que no era una posición de desigualdad, el cuidado era algo recíproco.

Como le pasó a mi clienta, que al vivir fuera, cuando volvía a casa de sus padres y sentía que la cuidaban, no quería depender, no quería dejarse cuidar, ya no era una niña…no quería ver en ella ningún atisbo de necesidad, lo rechazaba, como si eso la hiciera según ella débil, más frágil, o mejor dicho, más vulnerable.

Probablemente nos acordamos de que en algún momento necesitar dolió, porqué hubo alguien que no pudo satisfacer nuestra necesidad, que no atendió una emoción, que no se dio cuenta de nuestro problema…

Y evidentemente, verse como alguien «que necesita» puede ser percibido como mostrarse vulnerable, pero desde ahí también ocurre lo bonito, sentirse correspondida, amada, querida…

Ella sentía que si su madre venía a abrazarla, le daba la mano, le daba muchos besos…una parte de ella le daba vergüenza a ojos de los demás, como si hiciese algo que no era adecuado a su edad, pero otra parte de ella estaba disfrutando de ese contacto y ese cariño, la parte de ella que tiene necesidades emocionales, la parte que todos tenemos.

Así que si, estoy de acuerdo, ya no eres una niña…pero los adultos también nos necesitamos.

Está bien querer sentir el cariño de alguien, está bien querer compartir tiempo de calidad, está bien desear un abrazo, está bien echar de menos una mirada y una caricia, está bien pedir y recibir afecto, está bien tener sentimientos…

Eres una humana, un ser libre y social a la vez, tienes necesidades relaciones, lo necesitas para sobrevivir…