Cuando en una relación, sea de pareja o amistad, el otro se enfada con nosotras, es una situación que algunas personas vivimos con mucha angustia. Si de niña recuerdas alguna figura adulta enfadada contigo, probablemente tuviste que sentir miedo, ya que no tenías las herramientas para regularte y el adulto que estaba contigo probablemente tampoco...

A menudo cuando dentro del contexto terapéutico generamos un recurso, como unas palabras amorosas hacia nuestra niña interior, para conectarnos con el presente en momentos de activación, la mayoría de las personas piensan "¿pero esto servirá?" Me refiero a reparar a esa niña interior y poder decirle algo desde la adulta que somos hoy, que nos hubiera gustado escuchar pero que los adultos que cuidaban de nosotras en la infancia no dijeron. En concreto estábamos trabajando en la reparación de una parte...

¿La niña herida? ¿La herida infantil? ¿Sabes a qué me refiero cuándo hablo de esto? Cuando hablo de niño herido es aquella parte de nosotros del pasado, la parte infantil que no fue resuelta en su momento....