Marta Segrelles Psicóloga

Vas a dejar amigos atrás…

Uf, qué susto, ¿verdad? dicho así…

No, la verdad es que he puesto un titulo un poco sugerente para que te picase la curiosidad y me empezaras a leer…pero esa es la verdad.

Te prometo que si sigues, vas a entender porqué digo esto, va sobre las relaciones, en concreto las relaciones de amistad.

La semana pasada tenía una sesión con una chica de 21 años y apareció un tema que luego volvió a aparecer con una chica de 25 años…y hablábamos sobre amistades.

La primera chica, la de 21, después de un proceso de autoconocimiento, de descubrirse a ella, de potenciar lo que le interesa…había descubierto que no podía compartir esos nuevos descubrimientos con sus amistades antiguas.

Ella quería estar con amigas y poder hablar de como se sentía, ser sincera, construir relaciones intimas y profundas, pero sus amigas parece que no hablan su mismo idioma y que mientras ella empieza a permitirse estar triste, sus amigas de toda la vida, le dicen «tía, no te rayes». 

Ella se sentía mal, porqué creía que estaba teniendo un problema para encajar, para conectar con ellas, para disfrutar de los eventos sociales, para pertenecer al grupo…entonces seguimos hablando y reconociendo experiencias y necesidades…

A cuántas nos ha pasado que hemos reflexionado sobre las amistades, incluso dentro del mismo grupo de amigas y hemos dicho entre nosotras ¿Te imaginas conocernos ahora? Seguramente no seríamos amigas, si no tenemos nada que ver…

A mis 29 años, lo he comprobado, tu cambias y hay personas que evolucionan contigo o que la relación se transforma…y hay otras que se quedan atrás…no tiene que pasar nada necesariamente con esas personas, sino que ya no habláis el mismo idioma, incluso ese puede ser el motivo en qué empieces a sentir que no encajas y te sientas rara, y en vez de culparte por no encajar, poder preguntarte ¿me pasaría esto en otro grupo? ¿será que mis necesidades han cambiado? ¿será que dónde antes encajaba, ahora ya no?

Luego con la chica de 25, pasó algo parecido, veía actitudes y reacciones en una de sus amigas que le hacia sentir mal, y ella se estaba esforzando por conocer técnicas de comunicación asertiva para poder hacerle ver a su amiga que su manera de comunicar le duele.

Cuando empezamos a explorar un poquito más, nos dimos cuenta qué el vinculo con esa amiga era sólido a través de la crítica, imagínate que cuando faltaba una, las que si quedaban la criticaban, y eso a ella ya no le hacía sentir bien.

Nos va a pasar, nos vamos a encontrar gente que en un momento de nuestra vida será importante, y resonará con nosotras y luego quizá vamos a necesitar alejarnos porque ya no nos aporta, porqué no nos gusta lo que nos hace sentir o porqué incluso saca parte de nosotras con las que no nos gusta conectar. 

Y reflexionábamos con que esa elección con la familia no se puede hacer, es la que nos toca, nos guste o no, pero con las amistades si que podemos hacer esa elección…

Te has preguntado alguna vez:

¿Qué sacan de ti tus amistades? ¿Puedes compartirte libremente? ¿Te sientes a gusto con ellas o asistes a los eventos por compromiso?