Marta Segrelles Psicóloga

Cuando te esfuerzas y no llega el resultado

A menudo nos esforzamos, nos enfocamos en un objetivo, nos es incómodo continuar sin gratificación externa, nos es difícil transitar algunos de los caminos pero seguimos ahí y a veces, no llega la recompensa del esfuerzo, o el resultado esperado.

Cuando alguien dice “no puedo” a mi me conecta con que la persona no tiene los recursos necesarios para la acción, que no es capaz de hacer algo, que tiene algún impedimento.

Sin embargo, en sesiones a veces descubrimos lo que hay detrás de un no puedo, en este caso, de la exigencia.

Hace unas semanas en sesión, una de mis clientas, preocupada me decía:

“Marta, es que no puedo cambiar de trabajo”.

Y se culpaba por ello, me decía es que me cuesta mucho salir de mi zona de confort, soy muy miedosa, ya tengo una edad y no me van a contratar, tiendo a evitar, me cuestan los cambios, para mi es difícil tomar la iniciativa, tiendo a la pereza, me dejo llevar…

Tenía toda esta retahíla de creencias sobre ella misma, algunas muy críticas y que no se ajustaban a la realidad, ya que explorando un poco más me dijo:

  • He actualizado mi Linkedin
  • He aplicado en un par de ofertas
  • He pedido recomendaciones en antiguos trabajos
  • Me he ofrecido como ayudante a varias empresas
  • Me he apuntado a un curso breve de especialización
  • He creado una plantilla más moderna para el currículum

Entonces cuando me dijo todo lo que había estado haciendo en las últimas semanas, y toda la iniciativa y toda las acciones que estaba llevando a cabo pensé “qué curioso” eso es lo contrario a no poder.

Y es verdad que fuimos tirando del hilo, de sus sensaciones, emociones, analizando con detalle y curiosidad sus palabras y nos dimos cuenta que estaba frustrada porqué ella se estaba esforzando y la recompensa aún no había llegado.

Y es que nos han educado a base de premios y castigos y cuando nos estamos esforzando, estamos poniéndonos a prueba, retándonos, explorando nuevos terrenos…y no llega la recompensa de una manera inmediata, nos frustra y creemos que es culpa nuestra, y nos sentimos mal o no nos creemos suficientes.

Nos dimos cuenta que estaba frustrada porqué las expectativas que tenía (sobre lo fácil que le sería buscar y encontrar trabajo con sus años de experiencia), se habían topado con la realidad y eso le molestaba y le hacia pensar que “no podía”.

Tenemos un contexto que a veces no acompaña a nuestra energía interna, por ejemplo, en este caso, una persona que se estaba esforzando mucho y que el sector donde ella quería trabajar, había sufrido pérdidas a causa de la pandemia y no estaban necesitando personal.

Y es verdad, a veces nos topamos con una realidad que es injusta, o que no cumple nuestras expectativas. Y que hay cosas que aunque nos duela, no dependen de nosotros. Por mucho que me esfuerce, puede ser que no obtenga una recompensa.

De hecho, después de la sesión quizá no mejoró, porqué no encontró trabajo al salir de su sesión de terapia, pero su narrativa si cambió, se dio cuenta que ella estaba haciendo todo lo que podía por tratar de encontrar para su futuro laboral una opción mejor que la actual.

Sigue caminando, lo estás haciendo bien.